En innumerables ocasiones hemos escuchado que el recurso más importante de una empresa es el humano. Las personas son quienes materializan y vuelven realidad la aspiración, misión y visión de una organización. De nada sirve la tecnología más avanzada o la maquinaria más moderna, si no se cuenta con el talento adecuado para planear y ejecutar la estrategia de una empresa.
En este sentido, es indispensable definir y cuidar muy bien el perfil de los colaboradores que quieres atraer y conservar en tu empresa, su personalidad y carácter, valores, creencias, así como sus motivaciones internas y externas. Estas características llegan a ser más importantes que el hecho de que una persona haya sido el primero de su clase, se hubiese graduado con honores o tenga una lista interminable de estudios en su currículum.
Encontrar a las personas adecuadas es complicado, por lo que se vuelve un gran reto poder retenerlas dentro de tu organización. Para lograrlo es fundamental:
Mantener un clima organizacional agradable en el que los jefes ofrecen un buen trato a todos los colaboradores. Está comprobado que la mayoría de las personas que renuncian a una empresa en realidad renuncian al jefe. Es recomendable evaluar periódicamente cómo se sienten las personas, si existe colaboración y confianza entre ellas. Los líderes deben ser congruentes, abiertos, transparentes y cercanos para ganarse la confianza de sus colaboradores. Y a su vez, los colaboradores necesitan saber que sus líderes confían en ellos y en sus capacidades, que los empoderan para tomar decisiones y dar lo mejor de sí mismos.
Implementar un plan de desarrollo profesional. Éste sirve para mantener a tu equipo motivado porque de esta manera ofreces expectativas a futuro, tus colaboradores tienen la certeza de que su buen desempeño rendirá frutos y esto les ayudará transitar hacia nuevos retos.
Reconocer y valorar el esfuerzo de los colaboradores. La retroalimentación constante, permite comprender tanto los aciertos como las fallas, y ayuda a enderezar el rumbo cuando es necesario. Esto abona al crecimiento y a mantener motivados a los trabajadores.
Cuidar la permanencia de una cultura organizacional fuerte que esté presente en todas las etapas de la vida del colaborador en la empresa, desde la entrevista, el onboarding, en el día a día e incluso hasta su salida.
Fomentar una comunicación interna que inspire y ayude a alinear a los colaboradores. Los principales objetivos deberán girar en informar a los empleados acerca de los objetivos de la organización o de iniciativas específicas y proporcionar toda la información que les ayudará a alcanzar dichos objetivos. Las personas trabajamos mejor entre más información tengamos y mejor conozcamos el contexto; esto nos permite que nos sintamos integrados plenamente con la organización e, incluso, ser más creativos, fomentando el compromiso y la corresponsabilidad. De igual forma, mantener a los colaboradores enterados de todo lo que sucede en la empresa, permite que la resolución de problemas sea más sencilla y se pueda responder oportunamente a los cambios.
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