Iniciar o hacer crecer tu negocio requiere de recursos. Para lograrlo puedes apoyarte en distintas fuentes de financiamiento, dependiendo de las características de tu empresa:
Amigos y familiares: puede resolverse de manera sencilla a través de un contrato privado y un pagaré simple con cada uno de los inversionistas.
Fintechs: Son empresas financieras tecnológicas que recaban recursos de personas que desean invertir su dinero y lo colocan con personas que requieren dinero; es un crédito muy rápido y a una tasa de interés más competitiva que en la mayoría de las instituciones bancarias.
Bancos o instituciones financieras: Ofrecen créditos a una tasa de interés fija, generalmente mayor a otras opciones. La mayor desventaja es que, normalmente, tu empresa debe tener cuando menos dos años de existencia legal e ingresos suficientes y comprobables para garantizar el pago del crédito.
Socios: Puedes ceder una parte de las acciones de tu negocio a cambio de la inversión que requieres. El control del negocio y las utilidades que se generan se comparten en la proporción de la tenencia accionaria de cada uno de los socios.
Fondos de capital privado: Necesitan la garantía de una tasa de retorno específica; los fondos invierten en tu negocio como socios y reciben acciones a cambio. Las inversiones son de mediano plazo (tres a cuatro años) y requieren siempre que se les diseñe una estrategia de salida de su capital.
Emisión de títulos de deuda: Son para empresas grandes con fundamentales financieros sólidos. Se ofrece un pagaré con tasa de interés fijo y un plazo determinado, a cambio de un monto en préstamo; es necesario contar con autorización de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, así como de la Bolsa Mexicana de Valores.
Emisión de acciones: Busca colocar acciones entre todas aquellas personas que tienen acceso a los mercados financieros. Los inversionistas son múltiples y no cedes gran parte del control de tu empresa a una sola persona o grupo. Es posible emitir acciones sin derecho a voto, manteniendo así los derechos de toma de decisiones.
Para obtener el financiamiento que más te conviene es importante:
Tener absoluta claridad de cuánto dinero necesitas y para qué lo vas a utilizar, considerando todo lo que requieres para alcanzar tus objetivos y el tiempo que te tomará comenzar a obtener ganancias de tu inversión.
Buscar asesoría de familia, amigos o expertos, pueden existir alternativas que no estás considerando por desconocimiento.
Diseñar claramente qué es lo que puedes ofrecer y cumplir a tus inversionistas, proyecta tus resultados financieros de forma conservadora para ofrecer un rendimiento que sea alcanzable.
Evaluar todas las alternativas, comparar tasas de interés, nivel de riesgo, garantías que te solicitan y consecuencias de incumplimiento.
Si obtienes financiamientos de bancos, fondos o empresas, lee detalladamente todos los documentos y pide asesoría para revisarlos antes de firmarlos.
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